La Asociación Chandamama y la escuela de surf Offshore ofrecen talleres de educación ambiental a los más pequeños
Cada vez somos más conscientes del problema que existe con la contaminación de los mares y océanos por los residuos plásticos. Últimamente en Cádiz se está tomando más en serio este grave problema medioambiental, sobre todo por parte de los más pequeños, quienes están enseñando a los adultos a seguir el mejor ejemplo.
Como dice el dicho, todo esfuerzo tiene su recompensa, y ese es el caso de Chandamama, una asociación y cooperativa formada por cinco mujeres que se dedican a impartir talleres de educación para el desarrollo por todo Cádiz.
Este verano el colectivo ha presentado todas las actividades que realizan en varias localidades de la provincia a la escuela de surf Offshore, en la que todos los veranos ponen en marcha un campamento para niños de entre 7 y 12 años, buscando unir la enseñanza del surf como deporte y el respeto al medio en el que lo practican con la educación para el desarrollo.
“LOS NIÑOS Y NIÑAS SON UNA PIEZA FUNDAMENTAL EN EL CUIDADO DEL PLANETA”, DICEN DESDE EL COLECTIVO
La escuela de surf quiso enriquecer su campamento con los diferentes talleres de Chandamama con el fin de lograr el principal objetivo de asociación: la concienciación sobre la necesidad de proteger el medio ambiente. Sus miembros enseñan mediante juegos a ser conscientes del gran problema que representan los residuos plásticos en nuestras playas y en todo el mundo, a mantenerlas limpias y a cambiar ciertos hábitos que son nocivos para el medio ambiente, siguiendo la regla de las tres erres: reducir, reciclar y reutilizar. También instruyen a los niños sobre cómo comprar de manera responsable y les alientan a buscar otras opciones al uso de los objetos plásticos que utilizamos habitualmente, como cañitas para beber, y alternativas de juego a los globos de agua, por ejemplo, algo muy nocivo para los ecosistemas porque contaminan el agua y la arena de las playas.
“A los niños y las niñas hay que empoderarlas y hacerles sentir que son una pieza fundamental en el cuidado del planeta. Ellos y ellas se toman muy en serio su papel en nuestro taller e incluso continúan recogiendo residuos el resto de los días al entrar y salir del agua para surfear”, explican desde el colectivo.
Estos talleres suelen realizarse los martes, aunque son muy flexibles en cuanto a los días. Las actividades giran en torno al medio marino y toman forma de cuestiones que se van resolviendo después. Luego se efectúa una salida a la playa de alrededor de 40 minutos durante la que recogen los residuos que van encontrando y, sobre la marcha, se va hablando de ellos.
Una vez terminada la actividad se sube a la escuela para realizar juegos basados en lo que previamente se ha aprendido y por último, pesan los residuos y los registran. En el último taller realizado, han recogido unos ocho kilos, entre los que destacan sobre todo colillas, trozos de redes y cuerda y plásticos. A los mayores aún nos queda mucho por aprender de estos niños y niñas.
Por un mundo y unas playas con menos plástico
La principal actividad de la asociación Chandamama es concienciar a los más pequeños del problema actual que existe en nuestras playas y en todo el mundo debido a la contaminación que causan los residuos plásticos. Cada semana, concretamente en el último módulo, recogen metros de cuerdas que utilizan para la instalación de boyas en las zonas de embarcación o aparejos de pesca. Investigadores de la UCA han pedido colaboración en estos talleres para separar un tipo de plástico para su estudio de impacto sobre ecosistemas marinos. Así los niños hacen una pequeña aportación a la ciencia y también ponen en práctica lo aprendido./ G. V.