El Ayuntamiento y el grupo ecologista CANS anuncian que harán todo lo necesario para recuperar las instalaciones destrozadas por el fuego
“Es un desastre. Creo que no se puede calificar de otra manera. Es un verdadero desastre. Tanto esfuerzo, tanto trabajo, tanto dinero para que haya quedado así”. Habla, sin poder contener las lágrimas, el ecologista chipionero Benito Ruiz, uno de los impulsores del Centro de Interpretación de la Naturaleza y el Litoral ‘El Camaleón’ de Chipiona, las instalaciones medioambientales que el pasado viernes fueron destrozadas por un incendio. El portavoz del grupo ecologista local CANS se repone pronto para asegurar que “no nos vamos a rendir, vamos a empezar a trabajar desde ya, intentaremos hablar con todas las administraciones competentes para solicitarles, sobre todo, ayudas económicas”.
Benito atiende a los medios de comunicación en el espacio natural calcinado por el fuego, 5.000 metros cuadrados del cordón dunar donde se encuentra el centro El Camaleón. Muy cerca de allí, en la misma pasarela de madera que cruza esta zona verde hasta la playa de Las Tres Piedras, un matrimonio chipionero, Rafael y Consuelo, recuerdan lo que vivieron el viernes. Como muchas tardes, paseaban por el entorno cuando se toparon con las llamas. Ya estaban allí agentes de la Policía Local y los primeros bomberos. Sin pensárselo dos veces, cogieron retamas y cargaron de arena sus mochilas para tratar de frenar el fuego. Vecinos del barrio aledaño de La Laguna echaron mano incluso de extintores. Pronto llegaría Protección Civil con medios más eficaces.
Alrededor de un centenar de personas, entre profesionales y voluntarios, hicieron frente al incendio durante horas. El fuego se originó hacia las siete menos cuarto de la tarde y no quedó totalmente extinguido hasta las doce de la medianoche, según informó ayer el Ayuntamiento. A partir de esa hora, y durante toda la madrugada del sábado, dos retenes de Protección Civil hicieron lo propio en la zona afectada, teniendo que sofocar varios conatos. Ayer, a media mañana, aún seguían trabajando ante la atenta mirada de decenas de curiosos de Chipiona y otros municipios que acudieron al lugar para comprobar los daños causados por lo que la alcaldesa, Isabel Jurado, llamó la misma noche del viernes “un acto del gamberrismo”.
La regidora chipionera, que reiteró ayer su agradecimiento público por “la masiva respuesta y el apoyo recibido” ante el incendio, afirmó que “ahora toca realizar la valoración de los daños” y “se iniciarán las investigaciones oportunas para esclarecer lo sucedido”. Y, en la misma línea que lo manifestado por el grupo ecologista CANS, anunció que “se llevarán a cabo las actuaciones que sean necesarias para recuperar” el centro El Camaleón. Igualmente, pidió “prudencia” a los ciudadanos para que no visiten la zona quemada, argumentando que “se desconoce el estado de deterioro y hasta qué punto pueden estar afectadas las estructuras de las pasarelas y el propio centro”, de manera que “puede resultar peligroso”.
La parte calcinada del cordón dunar, esa media hectárea de la que habla el Ayuntamiento, era una zona de retamas y tarajes donde habitaban “varias decenas de camaleones”, aparte de numerosos ejemplares de otras muchas especies de fauna y flora, según destacó Benito. Siendo enorme su tristeza por esta pérdida, lo que más lamentaba el portavoz de CANS era el estado del centro El Camaleón, que, además, de ser sede de la Delegación Municipal de Medio Ambiente, contaba con un aula de la naturaleza, una zona expositiva, un laboratorio, una sala de usos múltiples e incluso una biblioteca, entre otras dependencias. El incendio se llevó por delante tres de las cinco cubiertas construidas en su día con pasto macizo procedente de Sudáfrica, un material elegido, precisamente, por ofrecer más resistencia ante siniestros de estas características. De hecho, de su montaje se encargaron operarios de ese país. En cuanto al interior de las instalaciones, se temía lo peor. Para empezar, daba ya por perdidos muchos materiales y recursos expositivos, y, por supuesto, toda la documentación de la Delegación de Medio Ambiente.
Estas instalaciones, que, según recordaba ayer, costaron casi un millón de euros y fueron el resultado de más de dos décadas de gestiones hasta su inauguración en 2013, han sido devoradas por las llamas y ahora la tarea pasa por hacer todo lo posible por recuperarlas. Siendo consciente de que “volver a levantar este edificio va a costar mucho trabajo y mucho dinero”, el veterano ecologista insistía en que “no nos vamos a rendir”. “Si nos llevamos más de 20 años peleando para conseguirlo, ahora no nos vamos a echar atrás. Lo haremos con más ganas, porque ahora tenemos mucho más respaldo del pueblo, que lo ha disfrutado y lo ha hecho suyo”, aseveraba.
Efectivamente, los chipioneros parecen tenerlo claro. La asociación de vecinos Playa Laguna ya ha hecho pública su total disposición a colaborar para “recuperar todo lo perdido”.
Por F. Javier Franco. Publicado por Diario de Jerez el 07 de octubre de 2018.